martes, 19 de octubre de 2010

¡Que vivan los locos! (DesEnCantos de Posguerra)



Quiero hacer esta canción para los locos que me encuentro por las calles
gimnastas vocingleros, ascetas y profetas del absurdo
junto a putas, mendigos y rufianes se tomaron las aceras
y algunos otros el delirio los ha dejado extraviados en no se qué viaje

Que vivan los locos, que no se vendieron con su dignidad
Que vivan los locos, mostrando la herida de la humanidad
egoísta, violenta y sexista
donde los normales son los oportunistas
Pero aún sigo necio soñando el futuro
ya es justo que cambie este tiempo que huele tan mal
¡¡fin de siglo fatal!!

Y hasta supe de alguno que fue combatiente
y después de apostar media vida en la guerra
al caer las consignas lo dejaron tirado
Ah! Profeta caído de la cuarta avenida
Por eso canto este pregón para los locos que me encuentro por las calles
nobles héroes de piel que no aguantaron la presión
Junto a putas, mendigos y rufianes se tomaron las aceras
y los locos posmodernos aún se entregaron al empeño de la utopía

Que vivan los locos, que no se vendieron con su dignidad
Que vivan los locos, mostrando la herida de la herida de esta sociedad
egoísta, enferma y machista
donde los normales son los oportunistas
Pero yo sigo necio soñando el futuro
ya es justo que cambie este tiempo que huele tan mal
¡¡Oh, milenio mortal!!
Y  si un día me encuentran solitario y perdido
con las guedejas largas y la barba crecida
y la mirada perdida buscando las estrellas
habré roto mis anclas, me zafaré de este infierno... por eso:
¡Que vivan los locos!
¡Que vivan los locos!




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