martes, 19 de octubre de 2010

En el estadio (DesEnCantos de Posguerra)



Llegaron a tiempo con su cita con la gloria
La triste historia deportiva del país
Azul-blanco y azul en los rostros
y banderas en alto
y unas ansias insufribles de sentir
la gran fiesta del fut-bol
-con algo hay que olvidar la terrible frustración del mal vivir-

Y qué pasó... no pudieron
ni siquiera escuchar el silbatazo inicial
el azar se vistió de camuflageado
Y la muerte que observó el Presidente
suficiente no fue para encarcelar
a los especuladores del sueño popular
Así fue que asistimos, en este absurdo país
-siempre para variar-
a encontrar en el sufrimiento el deporte nacional.

En el estadio del cielo no pasan estas cosas
ya tienen sitio en el palco principal
y esperan gozosos, -comiendo poporopos-
que un buen día de tantos
se nos muera el seleccionado nacional
a ver si pueden ganar a los del MRTA
nuestro pase de ultratumba hacia el Mundial.

Pero en fin, quiero insistir en que no, no pudieron
ni siquiera escuchar el silbatazo inicial
el azar se vistió de camuflageado
Y la muerte que observó el Presidente
suficiente no fue para encarcelar
a los especuladores del sueño popular
Y aunque igual nos ganaron
como siempre en fut-bol
es mas amargo el saber que el dolor juega de luto contra la impunidad.


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